19 de diciembre de 2013.- La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana (Lepidoptera, Tortricidae) fue detectada por primera vez en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana. La plaga, originaria de Europa, ataca a los viñedos y su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, provocando pudrición y deshidratación de las bayas e incluso la aparición de hongos como Botrytis, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas.
Debido al grave daño fitosanitario que este insecto produce al sector agrícola, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) la declaró como Plaga Cuarentenaria Bajo Control Oficial, a través de la Resolución N°6.853/2013 (deroga a la Resolución N°2.109 de 2008 y todas sus modificaciones), por lo que todos los agroquímicos que se están utilizando actualmente para el control oficial, deben ser validados a través de pruebas de eficacia en recintos especificados.
El laboratorio que la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF) posee en Quilicura, es el primer recinto autorizado para realizar ensayos in vitro con esta plaga, “dado que poseemos una crianza artificial de Lobesia botrana, el material está rápidamente disponible para ejecutar las pruebas de validación de eficiencia de los agroquímicos”, afirmó el jefe del área de Entomología Cuarentenaria de FDF, David Castro Da-Costa.
Así, la autorización de ensayos de eficiencia de plaguicida, busca precisamente conocer los agroquímicos más efectivos y su período de acción protectora o duración residual. “Podemos realizar estas pruebas sin inconvenientes, aunque el tiempo que demoremos en tener los primeros resultados dependerá del número de agroquímicos que cada empresa interesada desee validar. Aunque cada análisis demora un par de meses”, aseguró Castro.
Etapas de la investigación
Primero se debe contar con el material biológico suficiente para realizar las pruebas científicas, considerando las repeticiones respectivas para la validez estadística. Los estadios de la plaga de interés para el control son las larvas y huevos. Luego se trata con los agroquímicos los individuos de manera tópica para obtener un efecto de acción directa. Luego se realiza otra prueba con el sustrato de uva tratado, para posteriormente colocar las larvas y obtener el efecto residual.
La variable respuesta corresponde al porcentaje de mortalidad comparado con una muestra de control no tratada.
Cabe señalar que la autorización otorgada por el SAG al laboratorio de FDF tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2015.
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